Tensa visiblemente. Redensifica. Abre la mirada.

Gracias a su extraordinario poder regenerador, el Harungana favorece la reforestación, ya que coloniza las tierras desnudas de Madagascar y África. Este árbol ofrece a las poblaciones locales sus múltiples propiedades terapéuticas desde tiempos inmemoriales. Las hojas, además de mejorar la función hepática, se usan como antiséptico y cicatrizante. La savia rojiza anaranjada que libera la planta alivia eficazmente las afecciones de la piel. En cosmética, el extracto de Harungana bio favorece la síntesis de colágeno para lucir una piel más densa.

Presente en muchas regiones del mundo, el espinillo blanco es un arbusto leñoso. Sus flores en forma de pompones amarillos exhalan un perfume denso de mimosa y producen un aceite esencial y un absoluto muy apreciados en alta perfumería. En cosmética, la cera que se extrae de sus flores es muy valorada por sus propiedades protectoras, filmógenas y alisantes.

Originaria del este y el sur de Asia, la albizia fue importada en el siglo XVIII por un naturalista italiano seducido por la belleza de este delicado árbol. Reconocido por su función ornamental, se implantó rápidamente en Europa y América, donde despliega durante todo el verano sus vaporosas flores cuyo sedoso aspecto le otorga el sobrenombre de árbol de seda. En cosmética, el extracto de albizia se utiliza por su capacidad para inhibir la glicación (proceso de rigidificación y degradación de las fibras de colágeno) y para proteger las paredes de los vasos sanguíneos. Favorece la firmeza y la luminosidad de la piel.

Originario de la Amazonia, el guaraná era cultivado tradicionalmente por los indios guaraníes, quienes lo consideraban una planta sagrada. El guaraná reveló notables propiedades fortalecedoras y estimulantes antes de ser reconocido por su efecto antioxidante. En cosmética, el extracto de guaraná bio favorece la eliminación de grasas.

El cafeto, un arbusto cultivado en todo el mundo tropical, produce un fruto que, cuando alcanza su madurez, da unas semillas llamadas café. La leyenda del cafeto se remonta a la Edad Media. Según cuentan, un pastor yemenita, preocupado por el inhabitual estado de excitación de sus cabras, reparó en que se alimentaban de las semillas de un misterioso arbusto. Intrigado, cogió algunas, preparó una infusión y descubrió una bebida de aromas sutiles y deliciosamente tonificante, que acabaría por conocerse en todo el mundo como café. De tamaño pequeño y delicado, el cafeto arábigo requiere de altas mesetas entre 800 y 1200 metros de altitud para desarrollarse plenamente, así como de temperaturas que no desciendan por debajo de los 15 °C. En cosmética, la cafeína vegetal procedente del cafeto arábigo es apreciada por sus propiedades lipolíticas.

Originario de los alcanes, el castaño de Indias, cuyo nombre botánico se deriva de Esculapio (dios de la medicina), era conocido en la Antigüedad por sus propiedades medicinales. En el siglo XIX, un médico francés destacó su eficacia para combatir los problemas circulatorios. Tradicionalmente, el extracto de castaña de Indias y la escina de castaña de Indias son reconocidos por sus propiedades drenantes que suponen una acción positiva sobre la microcirculación. En cosmética, la escina de castaña de Indias favorece la micronutrición. Su asociación con fosfolípidos de girasol ayuda a optimizar la biodisponibilidad de la cafeína y favorece la eliminación de las grasas acumuladas. En cosmética, el extracto de flores de castaño de Indias bio contribuye a la activación de la red micronutritiva de la piel.

El karité, "árbol mágico", "árbol de las mujeres"... Llamado también "rey de las sabanas africanas", el karité es un árbol sagrado que no se debe cortar, ni dañar, y del que las mujeres son las guardianas. Son ellas quienes cosechan sus semillas, que, tras su transformación, producen la manteca y el aceite de karité. Tradicionalmente, la manteca y el aceite de karité, ricos en ácidos grasos, se usan para nutrir y proteger la piel. En cosmética, el insaponificable de karité, la parte noble de la manteca de karité, calma y protege la piel.

La acción fortalecedora del pantenol es la expansión destacada de la fórmula para realzar la curva de las pestañas. Indicado para los ojos sensibles y que utilizan lentillas.