¿Tu epidermis tiene tendencia a brillar? ¿La textura es irregular? La razón es un exceso de sebo que satura y amplía los poros, y crea en la superficie de la piel una película brillante que acentúa aún más las pequeñas imperfecciones. La solución pasa por el día a día: utilizar un sérum específico para combatir los poros dilatados y alisar la textura, y a continuación aplicar un tratamiento matificante para controlar el brillo hasta la noche. Como complemento, no nos cansaremos de aconsejarte aplicar dos veces a la semana una buena mascarilla purificante.