Cacao

Originario de las selvas tropicales de América Central, el cacao fue bautizado por Linneo como "Theobroma" (alimento de los dioses), en referencia a su uso tradicional y sagrado por los pueblos precolombinos (aztecas, mayas). Más tarde, los granos de cacao se utilizaron en América Central como moneda, así como para pagar impuestos y fueron introducidos en la corte española por Hernán Cortés en 1527. En 1615, la princesa Ana de Austria, infanta de España, se casó con Luis XIII y se llevó el chocolate a la corte francesa. La producción de chocolate es larga y compleja: después del secado, los granos se convierten en una pasta de cacao. De esta pasta se obtiene la manteca de cacao por un lado y el turtó de cacao por otro, que es la materia seca y noble del cacao en polvo.